lunes, 11 de febrero de 2013

«Sígueme» ¡¡Gracias Santo Padre!!


Lo primero es lo primero y quisiera pedir disculpas por la tardanza en actualizar el blog, pero por diversos motivos me ha sido imposible. Y lo segundo es que hoy no expondré un texto de los salmos, sino del final del evangelio de San Juan, que a buen seguro entenderán a la primera mis estimados lectores.

Esta foto la realicé durante una de las audiencias de los miércoles de Su Santidad Benedicto XVI.

Juan 21, 2 – 19 


Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los de Zebedeo y otros dos de sus discípulos. 

Simón Pedro les dice: «Voy a pescar.» Le contestan ellos: «También nosotros vamos contigo.» Fueron y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada. Cuando ya amaneció, estaba Jesús en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. 

Díceles Jesús: «Muchachos, ¿no tenéis pescado?» Le contestaron: «No.» Él les dijo: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.» La echaron, pues, y ya no podían arrastrarla por la abundancia de peces. El discípulo a quien Jesús amaba dice entonces a Pedro: «Es el Señor», se puso el vestido –pues estaba desnudo– y se lanzó al mar. Los demás discípulos vinieron en la barca, arrastrando la red con los peces; pues no distaban mucho de tierra, sino unos doscientos codos.

Nada más saltar a tierra, ven preparadas unas brasas y un pez sobre ellas y pan. Díceles Jesús: «Traed algunos de los peces que acabáis de pescar.»

Subió Simón Pedro y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y, aun siendo tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: «Venid y comed.» Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién eres tú?», sabiendo que era el Señor. Viene entonces Jesús, toma el pan y se lo da; y de igual modo el pez.

Esta fue ya la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.

Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos.»

Vuelve a decirle por segunda vez: «Simón de Juan, ¿me amas?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas.»

Le dice por tercera vez: «Simón de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas. En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías, e ibas adonde querías; pero cuando llegues a viejo, extenderás tus manos y otro te ceñirá y te llevará adonde tú no quieras.» 

Con esto indicaba la clase de muerte con que iba a glorificar a Dios. Dicho esto, añadió: «Sígueme.»

miércoles, 30 de enero de 2013

Salmo 3


Salmo. De David. Cuando huía de su hijo Absalón.

Yahveh, ¡cuán numerosos son mis adversarios,
cuántos los que se alzan contra mí!
¡Cuántos los que dicen de mi vida:
«No hay salvación para él en Dios!»
Mas tú, Yahveh, escudo que me ciñes,
mi gloria, el que realza mi cabeza.
A voz en grito clamo hacia Yahveh,
y él me responde desde su santo monte.

Yo me acuesto y me duermo,
me despierto, pues Yahveh me sostiene.
No temo a esas gentes que a millares
se apostan en torno contra mí.

¡Levántate, Yahveh!
¡Dios mío, sálvame!
Tú hieres en la mejilla a todos mis enemigos,
los dientes de los impíos tú los rompes.
De Yahveh la salvación.
Tu bendición sobre tu pueblo.

Hoy añadimos a modo de paralelo Efesios 6, 11-17
Revestíos de las armas de Dios para poder resistir a las acechanzas del Diablo. Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas. Por eso, tomad las armas de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y después de haber vencido todo, manteneros firmes.
¡En pie!, pues; ceñida vuestra cintura con la Verdad y revestidos de la Justicia como coraza, calzados los pies con el Celo por el Evangelio de la paz, embrazando siempre el escudo de la Fe, para que podáis apagar con él todos los encendidos dardos del Maligno. Tomad, también, el yelmo de la salvación y la la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios.

PD. Gracias a Luis Fernando, director de infocatólica, por el paralelo de Efesios.

martes, 22 de enero de 2013

Salmo 2



¿Por qué se agitan las naciones, 
y los pueblos mascullan planes vanos?
Se yerguen los reyes de la tierra, 
los caudillos conspiran aliados 
contra Yahveh y contra su Ungido:
«¡Rompamos sus coyundas, 
sacudámonos su yugo!»

El que se sienta en los cielos se sonríe, 
Yahveh se burla de ellos.
Luego en su cólera les habla, 
en su furor los aterra:
«Ya tengo yo consagrado a mi rey 
en Sión mi monte santo.»

Voy a anunciar el decreto de Yahveh: 
Él me ha dicho: «Tú eres mi hijo; 
yo te he engendrado hoy.
Pídeme, y te daré en herencia las naciones, 
en propiedad los confines de la tierra.
Con cetro de hierro, los quebrantarás, 
los quebrarás como vaso de alfarero.»

Y ahora, reyes, comprended, 
corregíos, jueces de la tierra.
Servid a Yahveh con temor,
con temblor besad sus pies; 
no se irrite y perezcáis en el camino, 
pues su cólera se inflama de repente. 

¡Venturosos los que a él se acogen!

miércoles, 16 de enero de 2013

Salmo 1



¡Dichoso el hombre que no sigue
el consejo de los impíos,
ni en la senda de los pecadores se detiene,
ni en el banco de los burlones se sienta,
mas se complace en la ley de Yahveh,
su ley susurra día y noche!

Es como un árbol plantado
junto a corrientes de agua,
que da a su tiempo el fruto,
y jamás se amustia su follaje;
todo lo que hace sale bien.

¡No así los impíos, no así!
Que ellos son como paja que se lleva el viento.
Por eso, no resistirán en el Juicio los impíos,
ni los pecadores en la comunidad de los justos.
Porque Yahveh conoce el camino de los justos,
pero el camino de los impíos se pierde.

sábado, 12 de enero de 2013

Mi parroquia (presentación)



Mas tú, Belén Efratá, aunque eres la menor entre las familias de Judá, de ti me ha de salir aquel que ha de dominar en Israel, y cuyos orígenes son de antigüedad, desde los días de antaño.   (Miqueas 5,1)
Parroquia San Jorge Mártir, Palos de la Frontera (Huelva).
Pues después de darle muchas vueltas, al final me he decidido a comenzar un blog. El caso es que, aunque me gusta, no soy experto en escribir, pero si que tengo una pasión que a la vez es mi profesión, y no es otra que la fotografía. Como cristiano, tengo la imperiosa necesidad de anunciar aquello que se me ha regalado que es el amor de Dios a todos los hombres, por eso inicio este blog, con el ánimo de poder ayudar en esa misión de anunciar Cristo "a tiempo y a destiempo". Para ello me serviré de lo que humildemente se hacer mejor, que es la fotografía, y la edición de imágenes digitalmente. 

Como habrá adivinado el avezado lector, en este blog trataré de plasmar mi particular visión de cada salmo de la Biblia a través de mi cámara fotográfica. Evitaré casi siempre poner ningún comentario mío, salvo contadas excepciones, para que hablen siempre la imagen y el Salmo. En alguna que otra ocasión, con motivo de alguna festividad, santo concreto, o solemnidad, no será el contenido de un Salmo lo que ilustre el blog, sino algún que otro pasaje de la Biblia que tenga relación con dicho evento. Por regla general, y salvo excepciones, el texto bíblico pertenecerá a la traducción católica de la Biblia conocida como "Biblia de Jerusalén", accesible en este enlace. La periodicidad no será regular ni exacta, sino que iré actualizando a medida que mi trabajo me permita ir realizando las fotos que iré pensando para cada salmo.

Hoy, para comenzar, no voy a ilustrar ningún salmo, sino un versículo del profeta Miqueas, que más adelante entenderán el porqué. Hoy expongo una fotografía del lugar de donde procede mi fe -estamos en el Año de la Fe, démosla a conocer-, y no es otro que mi parroquia.

Pertenezco a la parroquia de San Jorge Mártir, que es un pequeño templo situado al suroeste de España, en Palos de la Frontera, provincia de Huelva. Es un templo de estilo gótico-mudéjar del siglo XIV, y que tiene una gran importancia en la historia de España y del mundo, ya que fue esta parroquia el último lugar donde estuvieron -rezando- los marineros, junto con Colón y los Hermanos Pinzón, antes de partir rumbo a lo desconocido y que finalmente sería el Descubrimiento de América.

También eran de Palos de la Frontera, y por tanto fieles de esta parroquia, muchos clérigos y misioneros, o religiosos del vecino Monasterio de La Rábida, que posteriormente partieron a las nuevas tierras descubiertas a llevar el evangelio de Nuestro Señor Jesucristo. Es por ello que investigadores e historiadores han denominado a estos lugares el "Belén de América", ya que al igual que en Belén nació el salvador de todos los hombres, de aquí partió la buena noticia de Cristo muerto y resucitado, para nuestra salvación, hacia las benditas tierras americanas. Me imagino que ahora entenderán el porqué de mi elección del pasaje bíblico para comenzar este artículo.

Para no querer escribir mucho me ha salido una presentación bastante extensa, así que ya me callo y desde ya les dejo la palabra tanto a los salmos como a uds., no sin antes recordarles que los comentarios estarán moderados.

Saludos.